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El Aquí y Ahora

 

 

La mayor parte de nuestras vidas estamos pensando en las cosas que han pasado, lo que nos han dicho,

lo que hicimos, dolores o alegrías del pasado, o las cosas que vendrán,

preocupaciones de cómo harán las cosas, de qué ocurrirá, como dirá tal cosa,

si se llegará o no a la hora que corresponde, o imaginando como ocurrirían cosas.

Pero, ¿cuándo vivimos el presente? Hemos olvidado que sentir lo que estamos viviendo en este momento.

¿Les ha pasado que no recuerdan donde dejan las cosas?

¿O que llegan a algún lugar y se preguntan “cómo es que llegué aquí, en qué momento…”?

Pues es porque no hemos vivido el presente, estamos divagando por nuestros pensamientos.

Es en el presente donde ocurren todas las cosas y los encuentros con otros Seres, personas, animales, etc.

 

El pasado quedó atrás, el futuro aún no viene, y el presente se llama así ya que es un verdadero regalo.

En él podemos sentir sabores, sensaciones y olores, podemos contemplar bellos paisajes,

o interactuar con los demás.

 

¿Cómo vivir el Aquí y el Ahora?

 

La forma más simple de conectarse con el presente, es el sentir.

Partir con sentir la respiración, sentirnos a nosotros mismos, sentir el corazón.

Es preguntarse “¿cómo estoy ahora en este momento?, puedo ver que estoy respirando, el aire está entrando,

 y ahora sale, mi corazón palpita, puedo sentirlo”.

Luego de contactarse con uno, uno puede comenzar a sentir sensaciones,

como por ejemplo, cuando uno se lava los dientes, escuchar el agua caer, los sonidos,

sentir el cepillo en la boca, los sabores, etc.

 

Cuando uno pasea, es estar atento del entorno, observarlo, sentirlo, olerlo, oírlo, sentir las pisadas,

mi respiración, el movimiento de los brazos y piernas, estar consciente que se está en un lugar lleno de seres,

tanto físicos como etéreos; aves, insectos, árboles, flores, mamíferos bajo la tierra, y sobre ella también,

ángeles, hadas, elfos, duendes, devas, etc.

 

La clave es partir haciéndose consciente del presente, una vez logrado eso,

podemos estar preparados para cualquier encuentro con algún elemental de la naturaleza.