El Otro Mundo

 

 

El otro mundo, también conocido como Plano Astral, es un mundo o universo paralelo al nuestro el cual se rige por algunas leyes similares a las nuestras y otras muy distintas. En él no hay fuerza de gravedad, la cohesión molecular de los cuerpos es muy distinta a la nuestra, de tal manera que los sólidos pueden ser penetrados.

Cuando uno se desdobla, el alma va a ese mundo. Hay veces en que nos desdoblamos mientras dormimos, y sin darnos cuenta viajamos al plano Astral, sin embargo cuando despertamos, creemos que fue solo un sueño, por lo que es muy difícil percatarse si uno ha viajado inconscientemente o no. Si ingresáramos a este plano de manera consciente, nos daríamos cuenta de una realidad superior, ignorada en estos tiempos, pero conocida por las antiguas civilizaciones. Podríamos encontrarnos con el Cosmos y con nosotros mismos.

El V. M. Samael Aun Weor, fundador del Movimiento Gnóstico afirma:“Durante las horas del sueño, todo ser humano se mueve en Astral, flota fuera del Cuerpo Físico. Desgraciadamente los seres Humanos deambulan, durante el sueño, en los Mundos Internos con la conciencia absolutamente dormida también. Por lo común, se dedican a realizar las mismas tareas ejecutadas en la vida diaria. Si alguien despertara la conciencia cuando está dedicado a las tareas nocturnas, tendría oportunidad de contemplar con sus ojos astrales todas las maravillas de los Mundos superiores, y podría dedicarse al estudio de los Grandes Misterios de la Vida y de la Muerte”.

 

 

¿Qué seres podemos encontrar en el Otro Mundo?

 

Están los habitantes humanos y los no humanos.

 

 

"HABITANTES HUMANOS:

 

*HABITANTES HUMANOS VIVOS

Este grupo tiene una subdivisión en cuatro clases, que son las siguientes:

1ª Los Maestros (llamados también Adeptos) y sus discípulos.

2ª Los individuos psíquicamente desarrollados, pero carentes de la orientación de un Maestro.

3ª Los individuos vulgares y sin orientación alguna.

4ª Los Magos Negros y sus discípulos.

  

1ª Clase

Las entidades pertenecientes a esta clase no utilizan como vehículo el cuerpo astral, sin el cuerpo mental constituido con materia de los cuatro subplanos inferiores del cuerpo mental. Este vehículo tiene la ventaja de permitir el instantáneo traslado del plano mental al plano astral y viceversa, y permite en todo momento el uso de los agudos sentidos mentales.

El investigador del plano astral encontrará aquí estudiantes de ocultismo de todas partes del mundo, pertenecientes a logias o asociaciones que nada tienen que ver con los Maestros más conocidos, si bien suelen ser todos ellos abnegados buscadores de la verdad o las verdades.

2ª Clase

Considerando que el desarrollo psíquico no va forzosamente ligado al desarrollo espiritual, los individuos de esta clase pueden o no estar desarrollados espiritualmente.

En cuanto a las facultades psíquicas con las que nacen, suelen ser fruto de esfuerzos realizados en una o varias encarnaciones anteriores, y pueden ser de carácter noble y desinteresado o, por el contrario, plenos de egoísmo e indignos absolutamente.

Estos individuos se manifiestan siempre en cuerpo astral, puesto que no saben actuar en el cuerpo mental.

3ª Clase

Este individuo carece de facultades psíquicas, y, por lo general, su cuerpo astral flota vaga e inconscientemente en este plano durante el sueño del cuerpo físico. En algunas ocasiones, el cuerpo astral flota a merced de algunas corrientes astrales y ocasionalmente conoce a otras entidades y tiene diversas experiencias, buenas y malas, de las cuales suele olvidarse o bien confundir las incidencias de las mismas de un modo que sólo puede ser calificado de absurdo y grotesco..., y que finalmente le dejan la impresión de haber tenido un sueño muy extraño, sin más.

4ª Clase

Esta clase se corresponde con la 1ª, pero en una faceta negativa, es decir, totalmente opuesta. La cuestión está clarísima: mientras que los Maestros y sus discípulos se dedican a una obra positiva y de ayuda a toda la humanidad, los Magos Negros y sus discípulos se dedican a todo lo contrario, es decir, a una obra maligna y perjudicial para todo el mundo.

Los Magos Negros, cuyo poder, es similar al de los Maestros, se dedican a causar daños, engaños y dilemas de toda clase, buscando siempre los mayores perjuicios para todo el mundo y, de modo muy especial, detener el desarrollo que podría, algún día, propiciar el establecimiento de una humanidad digna, inteligente y bondadosa.

 

 *HABITANTES HUMANOS MUERTOS

Recordemos que la palabra "muertos" no encierra un significado acorde con la realidad de la Existencia, sino que define a aquellas entidades que se hallan desencarnadas, pero que están vivas, siquiera sea en otro u otros planos y, ciertamente, llevando a cabo sus labores.

Se subdividen en nueve clases, haremos un comentario superficial de ellas.

 

 1ª Clase

Los Nirmanakayas

Son seres humanos que han alcanzado la perfección, que han dejado ya de lado su vehículo físico, pero que conservan sus principios inferiores, manteniéndose en contacto con la Tierra al objeto de ayudar en la evolución de la humanidad

 

2ª Clase

Los discípulos en espera de reencarnación

Parece ser que, cuando se ha alcanzado un alto grado de perfeccionamiento un discípulo puede eludir (con la ayuda de su Maestro) la ley natural de las encarnaciones, la cual consiste en pasar una larga y gozosa temporada (a veces siglos) en el mundo celeste o devacánico, como corresponde a sus muchos méritos, antes de proceder a una nueva encarnación.

 

3ª Clase

El hombre ordinario después de la muerte

Después de la muerte del cuerpo físico, el cuerpo astral del individuo pasa al plano astral donde deberá proceder a lo que podríamos definir como una "limpieza" o purificación.

 

4ª Clase

La sombra

Una entidad temporal que surge del desprendimiento o muerte del vehículo astral.

Esta entidad es la que se ha dado en llamar Sombra, y conserva muchas de las características de su original, hasta el punto de que, en determinadas circunstancias, puede ser confundida con ella.

 

5ª Clase

El Cascarón

Podemos decir que hay dos clases de "cascarones": el astral y el etéreo.

Es decir que el hombre, en su viaje hacia el mundo celeste, deja tras él los desechos de su cuerpo físico en dos partes, densa y etérea, y también el cuerpo astral, que se van desintegrando, tras lo cual la materia vuelve a sus respectivos planos para seguir allí el proceso de la alquimia del universo.

El cascarón astral es el cadáver astral en el último grado de desintegración, cuando ya no le queda ninguna partícula de materia mental.

El cascarón etéreo es el cadáver de la parte etérea del cuerpo físico, que ha de desintegrarse como éste.

 

6ª Clase

El Cascarón Vitalizado

En realidad, esta entidad no debería ser considerada como humana, ya que corresponde a los despojos ya insensibles del cuerpo astral, pero activados por el Elemental artificial que lo anima.

Como la Sombra, esta entidad sirve únicamente perversos intereses o inclinaciones, y suele ser utilizada por la Magia Negra.

 

7ª Clase

Suicidas y víctimas de accidentes

Estas entidades acceden al plano astral en condiciones que van desde el desconcierto a la furia, pasando por la indefensión. Bien se entiende que no es lo mismo disponer de un tiempo en el que se ve venir la propia muerte, y cada uno se prepara mejor o peor para afrontar los sucesivos pasos del proceso, que cuando llega la muerte de súbito, sin dar oportunidad de preparación alguna.

 

8ª Clase

Vampiros y Lobos

Al parecer, estas entidades pertenecen, por así decirlo, a restos de razas inferiores, que han quedado muy atrás en la evolución general del Hombre.

Suelen ser individuos de la cuarta raíz, mientras que el Hombre actual pertenece a la quinta raíz.

 

9ª Clase

El Mago Negro y sus discípulos

Los Magos negros son, en síntesis, lo opuesto a los discípulos en espera de pronta reencarnación en el plano astral, citados en la 2ª Clase. Es decir, que mientras éstos ansían la pronta reencarnación para poder seguir ayudando en la evolución general del ser humano, los magos negros están cargados de pérfidas intenciones y deseos.

Para lograrlo, permanecen en el plano astral tercamente con la intención de regresar al mundo físico a continuar haciendo de las suyas. Los procedimientos de que se valen los magos negros y sus discípulos para lograr esa inusitada permanencia en el plano astral son tan horribles que no es prudente describirlos. Baste saber que, en cualquier caso, toda entidad humana que prolongue su vida astral más allá de lo naturalmente establecido, sólo puede hacerlo a costa de la vitalidad robada.

 

 

HABITANTES NO HUMANOS:

1ª CLASE

La esencia elemental perteneciente a nuestra evolución.

La esencia elemental es un nombre aplicado durante ciertas etapas de su evolución a la esencia monádica, que a su vez puede definirse diciendo que es la efusión (podríamos decir la "introducción") de la energía divina en la materia.

Para entendernos lo diremos de un modo más sencillo: los pensamientos o deseos humanos hallan albergue y toman forman en dicha esencia elemental, formando así entidades elementales individualizadas. Cualquier pensamiento, cualquier deseo, "separa para sí una porción de esencia elemental", en la cual se instala y con la cual se convierte así en una entidad no humana habitante en el plano astral. El ser humano es capaz de crear con toda facílidad muchas entidades elementales individualizadas, merced a sus pensamientos y deseos.

 

 2ª CLASE

El cuerpo Astral de los animales.

Esta clase es muy numerosa, pero no ocupa una posición muy importante en el plano astral debido a que sus miembros permanecen allí muy poco tiempo.

La inmensa mayoría de los animales no han logrado todavía una individualización permanente, por lo que, cuando mueren, su esencia monádica regresa a su procedencia masiva. Ello, ciertamente, tras una cierta espera durante la cual el cuerpo astral del animal se reordena.

 

3ª CLASE

Espíritus de la Naturaleza.

Si consideramos la esencia elemental y el cuerpo astral de los animales convendremos, ciertamente, en que no tienen características humanas. Sin embargo, es posible que en una larga evolución llegue a ser así, y se manifiesten ambos en una futura humanidad comparable a la nuestra.

Pero estos espíritus de la Naturaleza no se hallan en la misma línea, por lo que no han sido ni serán nunca humanos. Su línea de evolución es completamente diferente, y su única relación con nosotros es que convivimos en el mismo planeta. No cabe pues más actitud por parte de ambos que respetarse mutuamente sin pretender, ni aun pudiendo, interferir de ninguna manera en la evolución del otro.

El la Edad Media los espíritus de la Naturaleza fueron llamados gnomos, sílfides, náyades y salamandras, según fueran de la tierra, del aire, del agua o del fuego. Pero también se les conoce vulgarmente con los nombres de hadas, sátiros, elfos, faunos, duendes, damas blancas, nereidas, trasgos...

 

4ª CLASE:

Los Devas

Los Devas, llamados también hijos de Dios y ángeles pertenecen a una línea de evolución superior relacionada con nuestro mundo físico. Pueden ser considerados como integrantes de un reino inmediatamente superior al humano, del mismo modo que el reino humano es inmediatamente superior al reino animal. Si bien hay que tener en cuenta la diferencia entre el ser humano y el animal atendiendo a lo siguiente: mientras el animal, para su evolución no tiene más remedio que pasar por el reino humano, el ser humano tiene ante él, cuando ya ha alcanzado el alto nivel adecuado, siete senderos a elegir. Uno de estos el la evolución dévica, es decir, aquel desenvolvimiento que podrá conducirlo a ser un Deva.

  Habitantes artificiales.

Éstos forman una enorme masa de entidades semi-inteligentes que se diferencian entre sí, del mismo modo que se diferencian entre sí los pensamientos de los seres humanos, por lo que resulta, si no imposible totalmente, sí muy problemática una clasificación.  

Auxiliares invisibles.

Algunas entidades, aunque no sean del nivel de los Deva o Nirmanankayas, ni mucho menos, se proponen en determinado momento de su evolución existencial ser útiles a la humanidad, en un sentido o en otro, en un plano o en otro. Estas entidades, de escaso desarrollo y relevancia hacen, como suele decirse, lo que pueden, siendo de admirar sin duda alguna su buena intención y elogiables propósitos.

Son lo que suelen llamarse auxiliares invisibles, nombre plenamente justificado habida cuenta de que no suelen evidenciarse de ninguna manera. Hacen su labor de ayuda a cualquier entidad que en ese momento esté precisada de la misma, y eso es todo. "

 

http://www.proyectopv.org/1-verdad/cahabitantesnnohumano.htm

http://www.proyectopv.org/1-verdad/cahabitanteshumano.htm